Ubicada frente a un sereno canal, esta cabaña se integra armoniosamente en el entorno del delta, una zona caracterizada por su rica vegetación y humedales. Con un enfoque en la sostenibilidad y la mínima intervención en la naturaleza, el diseño busca preservar la esencia del lugar.
Con una superficie de 110 m², la cabaña se eleva sobre pilotes, preparándose para las crecidas de los ríos, lo que no solo garantiza seguridad, sino que también permite disfrutar de vistas panorámicas sin interferir con el paisaje natural. Construida en sistema woodframe, la estructura es liviana y eficiente, diseñada para ofrecer un excelente aislamiento térmico.
El interior se distribuye de manera funcional, con una habitación, un amplio living-comedor con cocina integrada, y una gran terraza que invita a disfrutar del aire libre. La volumetría es simple, con un techo inclinado que no solo aporta carácter estético, sino que también refleja la tradición de las construcciones de la región.
El revestimiento de chapa no solo le confiere un aspecto moderno y atractivo, sino que también minimiza el mantenimiento, lo que la convierte en una opción ideal para quienes buscan un refugio de descanso en la vida del río.
Este proyecto es un testimonio del equilibrio entre arquitectura y naturaleza, diseñado para fomentar la conexión con el entorno y el disfrute del tiempo en un paisaje idílico.